viernes, 28 de mayo de 2010

Una tarde de películas viejas




A veces se me da la oportunidad de tener alguna que otra tarde, el control sobre el televisor y cuando es así no hay mejor cosa para mí que revolver entre las pelis viejas (preferentemente románticas con finales felices, para drama ya está la vida) que hace años y años que no veía y sentarme a verlas.
Ayer se me dio por ver “Un destello en la oscuridad” (Shining Through) con Melanie Griffith y Michael Douglas. Un peliculón de los 90`que tiene mucho romance, acción, ambientación en la 2da guerra mundial, traición, suspenso, muy buena música y por supuesto lo mas importante: termina bien!
Para mí, hoy en día, es raro encontrar una buena película que tenga todo aquello de las de los fines del 80` como Secretaria Ejecutiva y principio de los 90`como Mujer Bonita, Ghost,Mientras Dormías, por mencionar algunas. Me parece que si bien puede ser que los galanes recién empezaban a serlo y a las chicas les faltaba un poco más de horas de teatro, en esa época se hicieron un montón de pelis que hoy me encanta volver a ver.
Te daban la esperanza del amor correspondido, te daban un poco de comedia y romanticismo que ya no existe y terminabas con un suspiro y una sonrisa tonta en los labios mientras pasaban las letritas del final de la película.
Que les pasa ahora a los productores y directores de Hollywood!! Están entre zombis que se comen entre ellos y un suspenso bañado en sangre. Es obvio que no soy amante de las películas de terror pero es que ya son demasiadas!
El romance de hoy es insípido, burlesco, demasiado realista, fatalista y si termina bien es de casualidad o seguramente murieron menos personajes simpáticos que principales. La cosa es que, por suerte, tengo el recuerdo de aquellas viejas películas que me transportan a la época alguna tarde libre.

lunes, 17 de mayo de 2010

Siempre hay días malos...

Puedo levantarme cantando por la mañana muy temprano aunque hagan 0º, sea día lunes, esté lloviendo y tenga que salir, aunque el perrito de la vecina no me haya dejado dormir. Sí, puedo y a veces me lo pongo como consigna y hasta es un "deber" por lo menos si el día no pinta bueno.
Mi abuela decía que a mal tiempo buena cara y bue... a veces no tenemos ganas de las buenas caras y los días son de malos a peores, pero supongo que hay que hacer el intento porque ¿qué gano con estar de mal humor todo un día? NADA. Absolutamente nada.
Yo siempre digo que me levanto alegre y de buen humor pero lo que lo arruina no es el día, es la gente. Pero vivimos en sociedad y gente hay por todos lados y yo vivo con gente y como lo de vivir en el medio de la montaña con 2 vacas, 1 oveja y unas cuantas gallinas no va con mi personalidad sociable, me aguanto a la gente y me aguanto las ganas de decirle todo lo que pienso en el momento para evitar discusiones innecesarias. No es que nunca lo haya hecho y con eso metido la pata, pero... en fin.
Siempre hay días malos en donde las cosas no salen como prevemos, los asuntos pendientes siguen pendientes por más que queramos actualizarlos, las soluciones a los problemas no siempre aparecen en el momento y hasta los días se congelan en esa rutina que odiamos, pero muy en el fondo se que el día no va a cambiar si yo no lo hago y antes de acostarme por lo menos hago el intento de poner buena cara, para quien? Para que? Para mí y por mi.

domingo, 9 de mayo de 2010

Hoy amerita una entradita por mi cumpleaños


Hoy me levanté y me miré en el espejo para ver si este añito más que sumo se nota en mi cara pero me ví igual que ayer y que antes de ayer y jurararía que igual que hace un año atrás asique me dediqué a atender el teléfono y saludar a la gente que se acordó de mi y cuando volví de los festejos pasé de nuevo por el espejo y creería que ví por un instante una media arruguita en mi ojo pero desapareció cuando comencé a reír.
Hoy fue un gran día porque mi gente estuvo conmigo y yo festejé un día más, unas horas más, un año más junto a ellos.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Cuentos de hadas…



Cuando uno es pequeño cree en el mundo mágico de los cuentos y en sus personajes y se visualiza en un futuro en donde los malos son derrotados y todos son felices y comen perdices. Al llegar a la adolescencia te das cuenta que los príncipes azules y las princesitas podrían existir pero a veces son difíciles de encontrar. Cuando tenés edad suficiente para el raciocinio de la realidad por fin te das cuenta que los príncipes azules y las princesitas están en los cuentos de hadas y que en tu realidad existen hombres que pueden ser caballeros y mujeres que pueden tener gracia y ser bellas o no.
Con el pasar del tiempo, notás que no desaparecen aquellos personajes de cuentos aunque si se transforman: El príncipe azul un tanto desteñido, que a veces es un ogro y otras un verdadero caballero, sigue blandiendo su espada como puede para enfrentarse a algunos tiranos y conseguir el amor de su princesa que no cantará con los pajaritos ni lucirá vestidos con perlas pero si va a estar a su lado guiada por los mismos objetivos que su amado. Y el castillo será un castillo mientras que tenga un par de ventanas, una puerta y un techo. Y los hechiceros y brujas pasan a ser obstáculos que ambos sortearán en el transcurso de sus vidas que no es otra que una gran aventura.
Y el final feliz siempre está, aunque uno no coma perdices todos los días hay momentos en la vida en donde si se siente ese final feliz.
Por supuesto que la vida no es un cuento de hadas pero según con que ojos de aventurero se la vea puede convertirse en uno.