miércoles, 5 de mayo de 2010

Cuentos de hadas…



Cuando uno es pequeño cree en el mundo mágico de los cuentos y en sus personajes y se visualiza en un futuro en donde los malos son derrotados y todos son felices y comen perdices. Al llegar a la adolescencia te das cuenta que los príncipes azules y las princesitas podrían existir pero a veces son difíciles de encontrar. Cuando tenés edad suficiente para el raciocinio de la realidad por fin te das cuenta que los príncipes azules y las princesitas están en los cuentos de hadas y que en tu realidad existen hombres que pueden ser caballeros y mujeres que pueden tener gracia y ser bellas o no.
Con el pasar del tiempo, notás que no desaparecen aquellos personajes de cuentos aunque si se transforman: El príncipe azul un tanto desteñido, que a veces es un ogro y otras un verdadero caballero, sigue blandiendo su espada como puede para enfrentarse a algunos tiranos y conseguir el amor de su princesa que no cantará con los pajaritos ni lucirá vestidos con perlas pero si va a estar a su lado guiada por los mismos objetivos que su amado. Y el castillo será un castillo mientras que tenga un par de ventanas, una puerta y un techo. Y los hechiceros y brujas pasan a ser obstáculos que ambos sortearán en el transcurso de sus vidas que no es otra que una gran aventura.
Y el final feliz siempre está, aunque uno no coma perdices todos los días hay momentos en la vida en donde si se siente ese final feliz.
Por supuesto que la vida no es un cuento de hadas pero según con que ojos de aventurero se la vea puede convertirse en uno.

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