lunes, 12 de abril de 2010

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy

Nos pasamos la vida esperando el momento justo. Sin embargo, aquel instante puede tardar toda una vida. Hay muchas maneras de dejar que estos momentos pasen, sin embargo, todas estas maneras pueden resumirse en 3 actitudes del hombre: 1º están aquellos hombres y mujeres que quieren hacer las cosas tan perfectamente que cada vez que inician algo lo reforman tantas veces que cdo. llega el momento de terminar lo que iniciaron ni siquiera recuerdan lo que deseaban hacer. 2º, están aquellos que por cobardía ni siquiera lo intentan y dejan pasar los momentos por miedo a no saber que viene después; y 3º están aquellos que son tan críticos que piensan " Si, logré determinada cosa, pero podría haberlo hecho mucho mejor si hubiera sido más paciente y hubiera esperado el momento justo". Pero este pensamiento no les deja disfrutar de todas aquellas cosas que han vivido porque se pasan los días criticando su pasado y se olvidan de su presente.
El problema es aceptar que no somos perfectos y que esperar el momento justo, implica dejar una decisión sin resolver. Y nos detenemos y paralizamos ante las " nubes del no saber", pero si cada uno de nosotros, fuera capaz de aceptarse con sus defectos y virtudes, esto dejaría de ser un problema, para ser parte de la solución. ¿Cúal es la solución? Darnos cuenta que nunca podremos cambiar el pasado, pero que en los actos de nuestro presente determinamos nuestro futuro y entonces cabría el preguntarse ¿ Porqué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy?. Tal vez nos demos cuenta que cada momento es único e irrepetible, entonces ¿porqué dejarlo pasar? No hay momentos mejores o peores, sólo son momentos que nos tocan vivir y tomando nuestras decisiones descubriremos cada momento como único e irrepetible.
Así que no esperemos el momento justo para estrenar ropa nueva o usar al fin el perfume importado acobachado en el fondo del placard, decirles a los demás lo que uno opina (bueno o malo), llamar a esa persona en la lista mental “tengo que llamarla”, salir de paseo aunque el clima no acompañe, ver aquella película por décima vez porque realmente me gusta, y tantas cosas más.
Es lo que rescato del día y comparto con todos, ahora, ya que me pareció que era el momento justo.

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